El continente africano está encarando uno de los periodos más secos de las últimas 3 décadas y además continua sufriendo una fuerte deforestación. Los bosques y sabanas africanas han sido objeto de especial atención dado que tanto el cambio climático como las presiones en los usos del suelo han tenido grandes impactos en las reservas de carbono de su vegetación leñosa, con consecuencias inmediatas para el balance global de carbono.
En un nuevo estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution los científicos han usado nuevos datos del espesor óptico de la vegetación obtenidos vía satélite y basados en microondas pasivas de baja frecuencia (L-VOD en su acrónimo en inglés) para cuantificar cambios en el contenido de carbono de las partes leñosas no enterradas de la vegetación del África sub-Sahariana, entre 2010 y 2016.
“Estudios recientes han mostrado que se ha subestimado fuertemente el número de árboles presentes en zonas áridas. Se ha omitido, así, la reserva de carbono que estos árboles suponen en las evaluaciones globales. El conocimiento de la cantidad, distribución y rotación de carbono en la vegetación africana es clave para comprender los efectos de la presión humana y del cambio climático, pero las carencias en los satélites radar y ópticos y la falta de inventarios de campo sistemáticos han generado una gran incertidumbre en la documentación de las reservas de carbono, y de sus cambios a largo plazo en el continente africano”, ha comentado el Dr. Martin Brandt de la Universidad de Copenhagen.
En este estudio, los autores aplican por primera vez la L:VOD para cuantificar las dinámicas inter-anuales de las reservas de carbono por encima del suelo para el periodo 2010-2016. “Presentamos un análisis temporal de patrones de ganancia y pérdida de carbono en diferentes zonas húmedas del África sub-sahariana en respuesta a la sequía sufrida los últimos años”, ha comentado el Dr. Martin Brandt de la Universidad de Copenhagen.
Se observó un cambio neto general en las reservas de carbono en zonas áridas de -0.07 PG C y -1 asociado a un aumento de la sequía, y un cambio neto de -0.03 Pg C y-1 en áreas húmedas. Estas tendencias reflejan una alta variabilidad inter-anual entre años muy húmedos (2011 y 2013; cambios netos de +0.33 y +1.13 Pg C) y un año muy seco (2015; cambio neto de -1.1 Pg C), asociados, respectivamente, a ganancias y pérdidas de carbono.
“En el presente estudio demostramos, primero, la aplicabilidad de L-VOD para monitorear las pérdidas de carbono debidas a variaciones climáticas, y, segundo, la importancia de las reservas de carbono altamente dinámicas y vulnerables de las sabanas de zonas áridas para el balance global de carbono, a pesar de presentar relativamente bajas reservas de carbono por unidad de área”, ha comentado el Prof. Josep Peñuelas del CREAF-CSIC Barcelona.
Para los autores, este estudio destaca la importancia del monitoreo temporal tanto de la deforestación tropical como de las reservas de carbono en la vegetación leñosa de los ecosistemas de sabana para la evaluación de las reservas globales de carbono.
Referencia: Brandt, M., Wigneron, J., Chave, J., Tagesson, T., Penuelas, J., Ciais, P., Rasmussen, K., Tian, F., Mbow, C., Al-Yaari, A., Rodriguez-Fernandez, N., Schurgers, G., Zhang, W., Chang, J., Kerr, Y., Verger, A., Tucker, C., Mialon, A., Vang Rasmussen, L., Fan, L., Fensholt, R. 2018. Satellite passive microwaves reveal recent climate-induced carbon losses in African drylands. Nature Ecology & Evolution, doi: 10.1038/s41559-018-0530-6.